“Está claro que Messi es el mejor jugador del mundo”, me decía hace un momento una compañera. Y como no voy a discutir esa afirmación, básicamente porque por desgracia es la más cruda realidad, quiero recordar una cosa: el Balón de Oro es un premio que reconoce al mejor jugador de ESE AÑO, independientemente de que sea el mejor del mundo o no.

Cristiano y Bale, abrazados (EFE).
Pues bien, una vez aclarado eso, vamos a repasar los grandes triunfadores colectivos de la temporada. Por un lado tenemos al Real Madrid, que ganó otra vez la Champions pese a esa eterna crisis que le persigue desde hace ni se sabe. Por el otro, tenemos a Portugal, que contra pronóstico se llevó la Eurocopa pese a que los más puristas se llevaran las manos a la cabeza porque el juego no es el que a ellos les gusta.
¿Qué jugador tienen ambos en común? Sí, Cristiano Ronaldo. Vale, también Pepe, pero creo que con su nominación se puede dar más que por satisfecho. Ayer mismo criticaba el mal momento de forma del portugués en este arranque de campaña, pero en un año en el que ha marcado más goles que nadie y se ha llevado los dos títulos más importantes de la temporada, resulta más que complicado encontrar un argumento en contra de que se lo lleve el luso por quinta vez más allá de que algunos le consideren un chulo, un egoísta, un creído y demás cosas similares que se dicen de él.
La última estupidez fue precisamente ayer, cuando tras marcar Morata, Cristiano levantó el brazo para celebrar el tanto, miró después al linier para ver si lo había anulado y muchos (pero muchos) dijeron que estaba… ¡¡¡pidiendo fuera de juego!!!
El único que puede discutir el Balón de Oro de Cristiano es Gareth Bale. El extremo fue tan importante o más en la Champions del Real Madrid y, pese a que se ha llegado a decir de él hasta que no sabe jugar al fútbol, cogió a una selección menor, limitada y sin talento para llevarla hasta las semifinales de la Eurocopa en una exhibición de liderazgo impresionante.
Porque Griezmann perdió las dos finales que jugó (fallando un penalti clave en una de ellas), Messi desapareció en Champions en la eliminación ante el Atlético y también falló una pena máxima en la final de la Copa América ante Chile y los méritos de Neymar y Luis Suárez, aun con sus buenas campañas, son insuficientes para ser coronados mejor del mundo.
El Balón de Oro debe volver al vestuario del Real Madrid. Y si no piensas igual… aquí está nuestra encuesta para que te pronuncies.